PAINTING 5

Pintar, a veces, es seguir un no-sé-qué: una intuición que escapa a las palabras. El garabato aparece como el primer gesto, libre de propósito, pero lleno de posibilidades. Puede surgir del contacto directo con la materia —con los dedos, con un pincel seco o húmedo, con la barra de óleo— y va construyéndose capa tras capa, en una especie de arqueología del trazo. Las formas no se imponen; se revelan entre lo que se superpone, lo que queda oculto, lo que persiste en los márgenes. Mancha, trazo, punto: más que representar, las marcas existen. Hablan de un tiempo, de una búsqueda, de la presencia del cuerpo en la pintura.